domingo, 30 de octubre de 2011

Capitulo 1: El intruso

Cuando recién poseía solo 7 días de inmortalidad, un grupo de cazadores de monstruos, me llevaron hacia un laboratorio, donde me encerraron en un sector rodeado de radiación, la cual no me hace daño pero me debilita.
 Lo que los científicos querían averiguar de mí, eran las características de un vampiro neófito, porque ya tenían las características de un vampiro normal, pero este se había suicidado apenas unos días antes de que lo soltaran.
Tal vez yo corra la misma suerte, pero por ahora lo mejor que puedo hacer es esperar pacientemente, sin volverme loca o irracional; cualquier paso en falso podría ser castigado con un dolor insoportable.
Cada cierto tiempo me daban sangre de animales muertos, la cual estaba fría y repugnante; no se comparaba con cazar, la adrenalina, el miedo de tu presa y sobretodo, la sangre caliente resbalando por mi garganta...
Me interrumpieron en la mitad de este pensamiento: habían arrojado un bulto enorme con olor a animal que creí que era mi alimento. Pero no era ni la mitad de lo que yo pensaba...
Me acerque a ese bulto sigilosamente, y este dio un brinco inesperado cayendo cara a cara frente a mi.
-¿Quien eres?-Le pregunte, en posición de ataque.
-Me llamo Charlie, y tu,¿Quien eres?-Dijo con aspereza. Su voz era melodiosa y grave a la vez, su rostro era dulce pero ligeramente salvaje, tenia el pelo de un castaño claro y la piel levemente tostada. No había duda de que era un inmortal, pero no un vampiro, era algo mas curioso que eso.
Su cuerpo perfecto estaba cubierto con un tipo raro de malla, y sus ojos verde agua contemplaban mi rostro de forma severa.
-¿Que cosa eres?¿Como llegaste hasta acá?-Pregunte algo confundida.
-Te responderé cuando me digas tu nombre y como salir de aquí.
-Me llamo Daniella y para que lo sepas, no se puede salir de aquí, no hay forma de hacerlo sin que te descubran.
-Quisas tu no puedas, pero yo si-Dijo pretensiosamente.
-No me gusta la gente vanidosa; eres igual a mi creador, crees que lo posees y conoces todo-Una punzada de dolor recorrió mi pecho pero la ignore.
-No me compares con vampiros!Callate y ven a ayudar.
-No me gusta que me manden-Lo mire fijamente, usando mi don (Tenia un mayor efecto y mas rápido si conseguía mantener contacto visual), que era provocar sensaciones a los demás, según lo que yo querían que sintieran.
Su cara se contrajo y grito-PARA!, odio esa sensacion-Suspiro cansadamente-¿Me podrías ayudar por favor?.
-Solo si me dices que tipo de inmortal eres.
-Esta bien, soy un wolfpire, o sea, un híbrido entre un licántropo y un vampiro.
-¿Enserio?, nunca había oído hablar de los wolfpire-No es que yo supiera mucho sobre el mundo que me rodeaba ya que había pasado mucho tiempo encerrada, pero quería darle la sensacion de que yo conocía bastante mundo.
-Eso es porque el nacimiento de un wolfpire esta prohibido. Yo no debí haber nacido.
-Y entonces,¿Por que estas vivo?
-No lo se, pero mi padre y mi madre nunca debieron haberse conocido.
-¿Quien era vampiro?¿Y quien era licántropo?
-Mi madre era licántropa, y mi padre era vampiro; se conocieron...-Se interrumpió-¿Que has hecho tu, para que te cuente mi vida?
-Tienes razón; si te saco de esa malla,¿Me contestaras todo lo que te pregunte?
Lo pensó durante un minuto y respondió:
- OK, pero si no quiero responder no lo haré.
-Solo puedes callar una respuesta.
-Y tu solo puedes hacerme seis preguntas.
-Por tan poco quizás no te saque de allí.
El resoplo furioso-Solo once, ni una mas.
-Esta bien.
Me acerque a el y tome con mis manos la malla que lo envolvía y tire de ella, pero no se desprendió. Pensé en cortarla con algo filoso y usar mis dientes (Que eran tan fuertes como la piedra y afilados como una cuchilla de una guillotina) para abrir un agujero, pero cuando estaba acercando mi boca a su cuerpo, el se giro bruscamente y me empujo hacia la pared con sus piernas.
-¿Que es lo que te pasa?-Le grite, hecha una furia.
-¿Que es lo que pensabas hacer tu?-Dijo asustado.
-ROMPER LA MALLA CON MIS DIENTES, GENIO!
-Ahhh, continua-Dijo intranquilo y algo avergonzado.
-¿Por que te asustaste?,¿A caso me tienes miedo?
-Claro que no, es solo que una mordida de vampiro me puede dejar en coma.
-Interesante...-Dije repasándolo, puede que me sirva para el futuro.
-Oye me sacaras o no??
-Si, pero no te asustes, no te haré nada.
Volví a acercarme a el y note como se tensaba su cuerpo. Con mis dientes hice un hoyo y luego rompí lo que quedaba de malla. El se paro y pude contemplar su cuerpo musculoso...¿Que me pasa?, pensé, CONCÉNTRATE , el te puede matar en cualquier momento.
-Gracias-Dijo mientras se sentaba cerca mio.
-De nada. Si no te importa empezare con las preguntas.
-Adelante- Susurro.

Presentacion:

Soy Daniella y antes de que se lo pregunten, soy una vampira y he estado capturada por meses; ya no recuerdo el dulce y tibio sabor de la sangre corriendo por mis labios de tanto tiempo en que no he salido a cazar; pero no importa pronto saldré de aquí.
Como se imaginan, los vampiros no pueden salir de día, pero no porque nos prendamos en llamas o algo por el estilo. Es porque somos mas débiles durante el día que de noche,  y tenemos que ser cuidadosos con los humanos para que no descubran nuestra existencia, pero también circulan mitos falsos sobre nosotros: como que podemos morir si tocamos ajo o nos prenden fuego. En realidad, muy pocas cosas pueden matarnos; un ejemplo, es que nos despedacen o nos envenenen con algo de verdad toxico.
Yo quiero morir en realidad, porque no tengo lugar en este mundo y si me muero, a nadie le importaría: mi familia murió hace años y no tengo compañero. Pero no puedo morir si no he cumplido lo que deseo, y eso es torturar a las personas que me metieron en este lugar para ser estudiada.
Ya no lo soporto; ningún humano se acerca a nosotros porque algo en sus mentes les advierte sobre el peligro, así que paso la mayoría del tiempo sola.
Pero quizás voy demasiado rápido con mi explicación, mejor partiré desde el principio...