viernes, 17 de agosto de 2012

Capitulo 14: Contra el tiempo


P.O.V. Daniella:
-Basta de plática y comencemos el reto- dijo Aria con una sonrisa retadora. Sabía que ella era buena luchadora y que tendría que buscar un modo ingenioso de atacarla, porque si no lo único que conseguiría seria morder el polvo. Me moví hacia la derecha lentamente y repentinamente embestí; estuve a punto de agarrarla pero ella se zafó muy rápido.
-Eres rápida vampirita, pero no lo suficiente-no me importaron sus burlas, en mi mente había un solo objetivo: Tomar la vela.
-Gracias, tu tampoco eres tan lenta-le respondí. Me gruño enojada, si ella quería jugar sucio así lo haríamos. Le mostré mis colmillos y un sonido gutural surgió de mi garganta, que al principio me desconcertó porque yo no era así; solo segundos después me percate que tenía hambre-Basta de juegos. Salté para alcanzarla, pero ella se movió un segundo antes de que lograra caer sobre ella. La vela estuvo a punto de caérsele, pero ella la agarro al instante. Tome una de sus piernas y la tire, haciendo que ella perdiera el equilibrio y callera, pero no se dio por vencida, me pateo el estomago con todas sus fuerzas y caí de espaldas a un tronco, 20 metros más allá.
Me dolía la cabeza, y mi estomago estaba entumecido. Durante mi caída, Aria había corrido hasta una de las puntas del bosque, y cuando logre pararme, ella estaba ya muy lejos. Me subí a uno de los árboles y desde ahí comencé  a seguirla.
Ella estaba demasiado ocupada huyendo para percatarse de que yo la seguía desde los árboles, así que cuando estuve lo bastante cerca como para alcanzarla, salte y caí sobre su espalda derribándola. Aun así, ella seguía sosteniendo la vela con seguridad, pero en sus ojos pude ver que la había sorprendido y que no se había imaginado que yo pudiera hacerla pasar tantos problemas; la llama azulada de la vela vacilo, y me percate que ya había agotado la mitad de mí tiempo, me quedaba poco tiempo para lograr tocarla. Estábamos a poca distancia, ella estaba agachada y yo parada, lo que me daba ventaja.
-No creí que fueras tan inteligente Daniella-me dijo. Un hilillo de sangre negra salía de un costado de su boca, ya que cuando caí en su espalda ella se dio de bruces contra una piedra del suelo.
-Gracias, supongo-le respondí. Su cara, antes linda pero dura, ahora estaba muy magullada y mostraba frustración. Me acerque a ella despacio, preparándome para dar el golpe final.
-Vamos, yo se que quieres mucho a Charlie, pero ¿No estarás haciendo esto solo por culpa?-me detuve sorprendida.
-¿De qué estás hablando?-pregunte confundida.
-No eres tan complicada de entender cómo crees que eres, yo se que más que amor por él, sientes culpa- Al ver que no le respondía, sonrió con maldad-Ya que no dices nada, creo que estoy en lo cierto- me sentía muy confundida, una parte de mi corazón me decía que yo amaba a Charlie más de lo que imaginaba, pero una parte muy pequeña reconocía que ella tenía razón, que detrás de todo el amor que por el sentía, también había una gran culpa por lo que estaba sucediendo, y para colmo de males, mi cerebro me decía que esto era una trampa para que perdiera tiempo.
-No-dije con voz firme-No es así, reconozco que me siento culpable, pero el amor que le tengo es mayor que la culpa. Y no me importa lo que tú, o cualquiera tenga que decir sobre eso-corrí hasta ella, me agache hasta quedar a la altura de su cara y susurre-porque es más importante lo que yo piense de mi misma, que lo que los demás tengan que opinar.
-Serias una gran demonio-me dijo mientras yo levantaba mi brazo para terminar con la prueba-pero eres demasiado inocente-levanto su brazo rápidamente y comenzó a estrangularme; todo había sido tan rápido que no había alcanzado a reaccionar a tiempo-pobre Daniella, mientras tú te debatías entre el amor y la culpa, yo estaba recuperando mi fuerza. Para la próxima, debes ahorrarte tus palabras y atacar-comenzaba a sentir un escozor en mi garganta, que se incrementaba cada segundo que pasaba. Aria empezó a estrangularme con mayor fuerza, pero lentamente, para hacerme sentir el mayor dolor posible. Yo levantaba mis manos y trataba de arañarla para que me soltara, pero ella se había puesto a una distancia segura de mis brazos-sabía que no eras lo suficiente para mí, después de todo, yo puedo acabar con tu dolor con solo una mirada, ¿Es eso lo que quieres Dani? ¿Que acabe con tu dolor?-guardo silencio por unos segundos y luego me apretó el cuello clavándome sus uñas- Responde, no me gusta que me ignoren-con gran esfuerzo abrí mi boca y logre respirar un poco. Gracias a esa bocanada de aire recordé un pequeño detalle que Aria había pasado por alto. Con un leve susurro dije:
-Te olvidas de algo importante-ella me miro desconcertada y mi voz gano intensidad-Yo no necesito respirar-dicho esto, con ambas manos aparte sus uñas de mi cuello y la paralicé, dejando libre la mano en que tenia la vela. Tan sorprendida estaba que no había puesto mayor resistencia a mis manos- que raro que hayas vivido tanto tiempo con un vampiro y no hayas notado que él no necesita respirar, que lo hace solo por costumbre-me miro avergonzada. Mire la vela con alivio, aun me quedaba tiempo-¿Sabes algo Aria? Justo en este preciso instante me muero de hambre, y dado que no hay otra fuente de sangre cercana…
-No lo hagas por favor, es lo más humillante que le puedes hacer a un demonio-me miro suplicante. Yo ya estaba harta de todo esto y me limite a sonreírle con ansias.
-Solo será un traguito lo prometo.
-No Daniella, se de lo que estoy hablando, un a vez que empieces no te vas a poder detener-su mirada había cambiado, ahora estaba preocupada y, si no me equivocaba, tenía miedo.
-No seas aguafiestas por favor-dije con falsa inocencia. En ese instante recordé de lo que era capaz con mi don-pero que importa lo que tu pienses, porque ya sabes, yo igual tengo poderes…
Le envié una gran oleada de cansancio, que hizo que ella retrocediera unos pasos y callera arrodillada. Mientras yo me acercaba trato de moverse, pero era inútil y Aria lo sabia; cuando estuve lo bastante cerca, la tome por los hombros y me agache hasta estar frente a ella-no te preocupes-le susurre cerca del oído-solo te dolerá un poquito.
Lo sé, el hambre y la culpa habían hecho que poco a poco perdiera el control de mi mente, hasta que ya no respondía a la lógica, solo a los deseos ciegos de mi cuerpo. Pero no había nada que yo pudiera hacer, una vez desencadenada mi verdadera naturaleza, era tarde para arrepentirse.
-Daniella…
-Shhhhh-le puse un dedo en los labios-arruinas mi apetito-dicho esto me incline hacia adelante y mordí con fiereza su cuello. La oí quejarse del dolor pero para mi nada de eso importaba, solo estaba pendiente de su sangre, de un peculiar color y sabor único, irresistible. El dolor de mi garganta, que me aquejaba siempre, se apaciguó un poco, pero apenas deje de tragar para disfrutar el sabor de su sangre cálida en mi boca, me dio un latigazo lacerante, como si con un látigo me golpeara la garganta. Justo en ese instante, Aria hablo. Lo hizo con una voz débil y lastimera, pero lo que dijo me llego al alma, traspaso las fronteras del deseo y me devolvió a la realidad como un jarro de agua fría:
-Sera tu culpa si Charlie se muere…
Mi mente se paro durante una fracción de segundo, procesando lo que ella había dicho, y vi nítidamente el cuerpo frio y tieso de Charlie, inmóvil ante mis pies. Su ojos verde agua estaban fijos en mi cara, y su boca todavía tenía el brillo de su ultima sonrisa. Sacudí mi cabeza para poder despejar mi cabeza de tan negros pensamientos, y repare que aun sostenía con fuerza el cuello de Aria. Esta me miraba por el rabillo de sus ojos casi sin fuerzas, mientras su tentadora sangre seguía cayendo por sus hombros.
Estaba tan asustada por cómo me había comportado, que desesperadamente levante su brazo que aun sostenía la vela flácidamente, y puse mi mano en su antebrazo.
-Termina la prueba por favor-dije con una voz muy aguda-ya he ganado.
Aria me miro lastimeramente y luego se irguió con dificultad. Tomo la vela con ambas manos y pronuncio algo que no alcance a oír. Tan súbitamente como habíamos aparecido en tan extraño lugar, regresamos a la sala de estar en la que se encontraba Logan; el apenas levanto la vista cuando aparecimos y no me ayudo a sentar a Aria que estaba demasiado débil como para moverse sola. Sin embargo, pude ver y percibir la misma tentación por la sangre de Aria, a la que yo sentía.
-Te dije que no podrías controlar su sed-dijo este con evidente desinterés. Aria no respondió, pero había una duda que me rondaba en mi mente, y quería respuestas.
-Si eres tan poderosa como para trasladarnos a otro lugar en un abrir y cerrar de ojos, ¿Por qué no eres capaz de sacar a Logan de aquí aun, Aria?-Logan me miro con desdén, como si fuera la respuesta fuera obvia.
-Porque gaste mucha energía en llegar hasta aquí y poder entrar. Para salir necesito aun más energía, que tengo que recargar-vaya, la respuesta no era tan complicada. En ese momento me sentí como una tonta.
-Lamento interrumpir su charla, pero la llama de la vela se está apagando-Logan tenía razón: la antigua poderosa llama de la vela de Charlie, ahora era solo un leve brillo en una delgada vela. Desesperada mire a Aria; ella trato de levantarse del sofá, pero le fallaron las fuerzas y cayó de rodillas. Rápidamente fui a levantarla y me percate que varias de sus heridas habían cicatrizado casi por completo, pero la más profunda que estaba en un costado de su cuello, seguía abierta y sangraba. Logan seguía totalmente ajeno a el sufrimiento de su supuesta pareja, y la miraba como si ella fuera un error de la naturaleza. Una mueca de asco cruzaba por su cara cada vez que veía que a Aria le flaqueaban las piernas.
-Llévame hasta Charlie, ya no nos quedan más que unos pocos minutos-nos dirigimos hacia el lugar donde había dejado recostado a Charlie. Su piel había cambiado y ya no parecía de terciopelo tostado por el sol, ahora parecía un muñeco de porcelana, que se podía romper al menor contacto. Aria se llevo un brazo hacia la boca y con sus dientes desgarro la parte de la muñeca. Vi su expresión de humillación y dolor claramente; y como su sangre caía dentro de los labios entreabiertos de Charlie, tratando de despertarlo, justo en el momento que la vela daba su último latigazo de fuego y se apaga con un susurro.
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 holaaa, comenten porfa. sorry por la demora, he tenido varias cosas que hacer y avanzaba muy lento con el capitulo, pero por fin lo termine:) espero que no me hayan avandonado y que sigan ahi